La labor académica
que puedan desempeñar los docentes en el aula
se vuelve más efectiva si la familia apoya y valora la actividad que realizan
en las escuelas los alumnos y los profesores. Esta hipótesis planteada nos
enfrenta a la necesidad de generar estudios mayores, para a su vez, realizar
propuestas concretas de participación de los padres o apoderados en los
procesos educativos. La investigación que efectuamos, nos pone ante cifras que
muestran una preocupación sólo relativa por el quehacer escolar de los alumnos
por parte de las familias, siendo ésta una parte relevante del quehacer
académico. En referencia al estudio, éste arroja luces claras acerca de una
realidad que se repite en todos los niveles etarios y socioeconómicos de nuestro país. Por esta
razón considero de mucho valor el nivel de trabajo investigativo que se pueda
realizar a futuro y que estas acciones se conviertan en una herramienta
efectiva para mejorar los aprendizajes y en definitiva la calidad de la
educación.
Edith López Ibarra
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